miércoles, 31 de marzo de 2010
Sobre Delacroix
Calificado por Baudelaire como el "más moderno de los artistas", Delacroix despreciaba su época, odiaba el progreso y era conservador en sus gustos y actitudes; considerado de manera unánime la encarnación del Romanticismo en Francia, el pintor desdeñaba esta consideración y se reafirmaba como pintor clásico, respetuoso de la tradición, aunque no del academicismo. Ferdinand-Eugène-Victor Delacroix es la materialización consumada de las paradojas, grandezas y dispersiones del movimiento romántico. Nació el 7 de floreal del año VI de la Revolución, es decir, el 26 de abril de 1798 en Charenton-Saint-Maurice, cerca de París. Su familia era un acabado ejemplo de la burguesía del Antiguo Régimen que, merced a los cambios revolucionarios, se había visto promovida a los más altos cargos de la Administración. Su padre, Charles Delacroix, había sido Ministro de Asuntos Exteriores en la época del Directorio (1795-1799) y ocupaba a la sazón el puesto de Ministro Plenipotenciario en los Países Bajos, en La Haya. Su madre, Victoire Oeben (muerta en 1815), era hija del célebre ebanista de Luis XVI, Jean-François Oeben. Charles Delacroix ocupará, a partir de 1800, la Prefectura de Marsella y en 1803 la de Burdeos, en donde fallecerá en 1805. Eugène se criará en un ambiente selecto y cultivado, propio de su clase y de las amistades y familiares que le rodeaban. Uno de estos parientes era Henri-François Riesener (1767-1828), hermanastro de su madre, discípulo de David, quien se ocupó con afectuoso interés de la educación de Delacroix. Entre las personas que frecuentaban este entorno se encontraba el político y ministro Charles-Maurice, Príncipe de Talleyrand, a quien un rumor temprano atribuyó la paternidad real de Eugène, dada la imposibilidad de procrear por parte de Charles Delacroix en la época de la concepción del niño y ante el enorme interés mostrado por Talleyrand por Victoire Oeben y por la carrera artística de su hijo. En cualquier caso, Delacroix siempre prefirió ignorar esta persistente atribución. Tuvo tres hermanos: Charles Henri (1779-1845) quien, alcanzado el grado de general, se retirará a la vida privada tras la caída de Napoleón; Henri (1784-1807), que morirá en la batalla de Friedland; y Henriette (1780-1818), quien casará con el embajador Raymond de Verninac. Junto a ellos, su infancia en Marsella transcurrió entre sus dos grandes aficiones: el dibujo y la música. A la muerte del padre, en 1806, se trasladan a París, a casa de Henriette de Verninac. Eugène entra en el Liceo Imperial, en donde adquiere una sólida cultura clásica y obtiene varios premios de dibujo. En él permanecerá hasta 1815. Durante el verano de 1813 Delacroix se hospeda en la abadía de Valmont, junto a sus primos, los Bataille. La estancia marcará al joven Eugène; en ella adquiere el sentido de lo grandioso de la naturaleza y el amor por las ruinas, por lo misterioso. Desde allí visita Rouen, ciudad que suscitará su admiración por la arquitectura gótica. Sin embargo, esta feliz etapa de descubrimientos se ve súbitamente truncada por la muerte de su madre a fines de 1814, la cual deja a la familia en una apurada situación económica. Por el momento Delacroix, quien ya se ha decidido a ganarse la vida con su pintura, permanece junto a los Verninac. Esta decisión le lleva a solicitar, y lograr, en 1815 la admisión en el taller de Pierre Guérin, amigo de su tío Riesener. En su momento, el estudio de Guérin era un hervidero de jóvenes románticos. Allí trabó amistad con un artista, siete años mayor que él, que habría de marcar los destinos de su pintura y de la pintura francesa de la primera mitad del siglo XIX: Géricault. Sin abandonar dicho estudio, al año siguiente ingresa en la Academia de Bellas Artes, junto a Charles Soulier, quien le habrá de enseñar la técnica de la acuarela, y el británico Richard Parkes Bonington. Frecuenta por esta época las galerías del Louvre, en donde copia con entusiasmo los lienzos de Rafael, Tiziano, Veronés y Rubens. Asimismo, le es otorgada autorización para copiar numerosas estampas de la Biblioteca Real. Recibe su primer encargo en 1819: se trata de la Virgen de las mieses, para la iglesia parroquial de Orcemont. Su ejecución revela aún una enorme influencia de Rafael y, en general, del Renacimiento italiano. Este influjo no se limita a la pintura: entre sus lecturas preferidas se encuentran Tasso, Dante y Virgilio, autores que nutrirán su imaginación temática a lo largo de su complejo camino artístico. Dos años más tarde, en 1821, Géricault le pasa un encargo no muy de su agrado: la Virgen del Sagrado Corazón, rematada en un estilo bastante próximo al de su amigo y maestro. Este año viene marcado por dos sucesos desagradables: la ruptura con su hermana Henriette y la decisión definitiva de vivir en soledad, por un lado, y la manifestación de unas misteriosas fiebres, por otro, que anticipan la laringitis tuberculosa de la que habrá de fallecer. Las dificultades económicas le obligan a realizar diseños de maquinaria junto a su amigo Soulier para ganar algo de dinero. Esta penuria le empuja a planear su explosiva entrada en el mundo del arte a través del Salón, al que se presenta por primera vez en 1822. La obra que prepara para la ocasión es nada menos que la Barca de Dante, que causa gran sensación y le catapulta a la cima de la joven generación de pintores románticos, junto a Géricault. El éxito de la obra quedó patente cuando el Estado decidió adquirirlo, pasando a ser expuesta en el Palacio de Luxemburgo. Ahora las miradas de los grandes pintores que no se alinean en las filas davidianas, como Gros, se dirigen hacia él. Este éxito, y la reconciliación con su hermana, le animan a adoptar una activa vida social, frecuentando los teatros y conciertos, siguiendo a su admirado Mozart por encima de los autores contemporáneos como Beethoven. Con ello demuestra una de sus más acendradas cualidades: su gusto por lo clásico, por la razón, por el sometimiento de la enorme fuerza interior bajo un férreo manto. Uno de sus frecuentes reproches a los románticos alemanes es precisamente la falta de control sobre las emociones, el desbordamiento sobre la razón. Para el Salón de 1824 Delacroix pinta la Matanza de Quíos, obra con la que rompe la tendencia académica de considerar como sujetos del gran género histórico sólo los sucesos de la Antigüedad, en un sentido edificante. La elección de un tema puramente contemporáneo, la falta de épica, lo evidente de la tragedia, le sitúan como indiscutible cabeza del Romanticismo, y como tal comienza a relacionarse con los exponentes literarios del movimiento, Mérimée y Stendhal. Sin embargo, en ese mismo año, la muerte de Géricault habrá de afectarle profundamente. Delacroix se traslada al estudio del inglés Thales Fielding, con quien aprende a admirar la obra de Constable. Es ahora un pintor consagrado, admitido y reclamado en todas las cenas y actos sociales de la sociedad culta del momento. En 1825, con los ingresos que la compra por parte del Estado de La Matanza de Quíos le han reportado, Delacroix marcha a Inglaterra en compañía de Bonington y Fielding. Allí se habrá de operar su conversión definitiva a Shakespeare. A pesar de sus impresiones, negativas en principio, el saldo final de este viaje es revelador: rinde visita a los pintores David Wilkie y William Etty; descubre las colecciones británicas de pintura; dibuja la colección de armaduras de Sir Samuel Rush Meyrick; frecuenta las representaciones teatrales de Shakespeare y ahonda en el conocimiento de la obra de Byron y Scott y, finalmente, queda impresionado de forma indeleble por el 'Fausto' de Goethe. La obra byroniana queda reflejada, ese mismo año, en la realización de la Ejecución del Dogo Marino Faliero, en el que puede rastrearse la huella de su amigo Bonington, a quien Delacroix había hospedado, ya de regreso, en su estudio. Esta época supone el afianzamiento de las relaciones del pintor con los cenáculos románticos, en especial con Victor Hugo. Su segunda obra sobre la Guerra de Independencia Griega, Grecia expirante entre las ruinas de Missolonghi es un homenaje a Byron, muerto en dicha localidad en 1824; su participación en la exposición en apoyo a la causa griega de 1826 en la Galería Lebrun de París es la mejor muestra de su entrega a esta guerra elevada a la categoría de símbolo universal por el movimiento romántico. En 1827 presenta al Salón la Muerte de Sardanápalo que, aunque rechazada por las instancias oficiales de gustos ingresianos, se convierte en el manifiesto de la pintura romántica, en paralelo al significado del 'Préface de Cromwell', escrito en el mismo año por Victor Hugo, respecto a la literatura. El Superintendente de Bellas Artes, Sosthéne de la Rochefoucauld, advirtió a Delacroix que, a menos que cambiara de estilo, no había de recibir más encargos del Estado. En abril de ese mismo año fallece su hermana Henriette. Privado de encargos oficiales, diseña el vestuario para 'Amy Robsart', de Victor Hugo, representado con escaso éxito en el teatro Odéon. Asimismo, completa una serie de diecisiete litografías para ilustrar la traducción francesa del 'Fausto', llenas, en sus propias palabras, de 'un sentido de lo misterioso' y lo grotesco. Por fin, en 1828, recibe del gobierno el encargo de la Batalla de Nancy y de la duquesa de Berry el de la Batalla de Poitiers. En estas obras, pero en especial en el Asesinato del obispo de Lieja, se aprecia el oscurecimiento de la paleta de Delacroix, ahora interesado en la obra de Rembrandt, afición que compartía con Bonington, fallecido en Londres por esas mismas fechas. Comienza Delacroix su labor de ensayista en la 'Revue de París', con artículos sobre Lawrence, Rafael y Miguel Ángel. Aunque no toma parte activa en la revolución de 1830, su siguiente obra maestra, presentada en el Salón de 1831, la Libertad guiando al pueblo, es el compendio de todas sus inquietudes políticas y sociales, una excepcional pintura que, comprada por el Estado, le ganó la Legión de Honor. Delacroix, como romántico, no había podido sustraerse al interés por Oriente, por lo exótico, que tanto proliferaba en Francia e Inglaterra y que llenó, durante décadas, España y el norte de África de ávidos buscadores de lo pintoresco y extraño, encontrándolo muchas veces donde no lo había. Recomendado por la actriz Mars al conde de Mornay, Delacroix forma parte de la delegación enviada por el gobierno francés ante el sultán de Marruecos, en el contexto del expansionismo galo por este país y Argelia. Entre enero y julio de 1832, el pintor recorre Tánger, Mequinez, el sur de España y Argel. Su cuaderno de viaje, repleto de dibujos y anotaciones, habrá de proveerle de material durante el resto de su vida. Obras como Mujeres de Argel en su apartamento deben su nacimiento a las profusas observaciones realizadas en este periplo, que refuerza su preferencia por el estudio del color y la acción de la luz sobre los tonos locales, así como su gusto por los maestros españoles, con Murillo a la cabeza. A pesar de la presencia constante de la temática oriental en su obra, las tendencias de ésta se orientan hacia lo literario y los grandes encargos estatales. La protección de Adolphe Thiers, su amigo periodista que con el rey Luis Felipe llega a Ministro del Interior, le proporciona su primer encargo decorativo: la sala del Rey en el Palacio Borbón. El de 1833 es, además, el año en que entabla amistad con George Sand y Frédéric Chopin, a quien considera el único verdadero genio de su época. Con ellos pasa largas temporadas en el castillo de Nohant, residencia veraniega de Sand. En casa de sus amigos los Pierret conoce a Jenny Le Guillou, a la que contrata al año siguiente como ama de llaves y que hasta la muerte del pintor permanecerá como devota confidente y único apoyo estable. Otra mujer que llena estos años, en que paulatinamente se aleja de los ambientes románticos, es su prima, amante y amiga, Josephine de Forget, su 'consoladora' e introductora en los Salones del Segundo Imperio. En el terreno artístico su obra, ahora más cercana a Rubens y Tiziano, se va colmando de cierto humor tétrico, reforzado por la muerte de su sobrino, Charles de Verninac en Nueva York, que se combina con la corriente orientalista y los grandes encargos oficiales. En 1834 pinta la Batalla de Taillebourg para la Galería de Batallas de Versalles y en 1838 la Entrada de los Cruzados en Constantinopla. Será, en efecto, la decoración mural la que domine ya los años de madurez de Delacroix. A pesar de haber realizado en 1834 ensayos de pintura al fresco en casa de sus primos Bornot en Valmont (Normandía), el medio preferido del artista será la pintura al óleo, sobre lienzo luego trasladado al muro, o con cera de forma directa. A través de Thiers, ahora Ministro de Comercio y Obras Públicas, recibió el encargo de la decoración de la biblioteca de la Cámara de Diputados del Palacio Borbón, la cúpula de la biblioteca del Senado en el Palacio Luxemburgo (1840), las pinturas de la capilla de Santa Inés en San Sulpicio (1849), la Galería de Apolo en el Museo del Louvre (1850) y el Salón de la Paz en el Hôtel de la Ville de París (1851, destruido en 1871). A partir de 1842, en que sufre un grave ataque de laringitis, su salud empeora y se ve forzado a pasar largas temporadas de reposo en el campo, con los Riesener, con Sand en Nohant, en su propia casa de Champrosay o, en 1845, en los Pirineos. Sus cambios de residencia, dentro de París, son constantes; también lo son sus aventuras amorosas, de desiguales intensidad y resultado. Sin embargo, el reconocimiento oficial que su obra experimenta en la década de los cuarenta le lleva a ser nombrado, en 1846, Oficial de la Legión de Honor. Una de sus grandes ambiciones, empero, la de entrar a formar parte del Institut, habrá de esperar durante décadas: entre 1837, en que realizó su primer intento, con la mira puesta en el sillón vacante de Gérard, y 1856, cuando por fin fue admitido, hubo de realizar seis tentativas (1838, 1839, 1849 - dos veces -, 1851 y 1853). La revolución de 1848 no gozó de la entusiasta simpatía con que Delacroix acogió la de 1830. Sin embargo, la elección del futuro Napoleón III como presidente de la República le abrió la posibilidad de una carrera oficial, como así fue, de la mano de su prima Forget y su selecto círculo de amistades. En 1851 es nombrado consejero municipal, cargo que habrá de desempeñar hasta 1861 con escrupulosidad. En esta época, sin abandonar su gusto por Rubens, vuelve su mirada a Poussin, del que publica un ensayo en el 'Moniteur Universel' en 1852. Su quebrantada salud le obliga a pasar continuas temporadas en Champrosay, que ahora alterna con Dieppe. En 1855, al igual que Ingres, participa en la Exposición Universal con 42 cuadros, además de la Caza del león encargada por el Estado. En el mismo año recibe la Encomienda de la Legión de Honor. Su trabajo decorativo, a partir de 1850, se concentra en el Hôtel de Ville y en la capilla de Santa Inés en San Sulpicio, que habrá de ocuparle hasta 1861. Para los muros eligió los temas de Heliodoro expulsado del Templo y Jacob luchando con el ángel; para el techo, San Miguel venciendo al demonio. Estas obras reflejan, como en sus mejores momentos, la influencia de Rafael y los maestros del Renacimiento y Barroco. Los trabajos hubieron de ser interrumpidos en 1856 a causa de su enfermedad, que ya le impediría una actividad continuada hasta su muerte. Durante sus retiros en Champrosay, pergeñó no pocos ensayos y el malogrado y ambicioso 'Diccionario de las Bellas Artes'. El 13 de agosto de 1863, discretamente, de la mano de su fiel ama de llaves Jenny, Delacroix expiró en su residencia de París. Fue, quizá, el pintor del siglo XIX más preocupado por los problemas de la técnica pictórica. Su búsqueda de soluciones le llevó a recorrer la obra de Rafael, Velázquez, Miguel Ángel y Rubens entre los antiguos maestros, o Constable entre los contemporáneos. Su influencia alcanzó a los impresionistas, a Millet, a Van Gogh, en su traslación de los efectos del pastel al óleo, en su uso del fondo blanco - práctica común de los impresionistas - y, sobre todo, en la primacía del color sobre la línea a partir de una concienzuda aplicación de los principios científicos del color, influido por Chevreul, en la resolución de problemas técnicos.
Adolfo Suàrez, el mejor presidente español de la democracia
Adolfo Suárez González; Cebreros, 1932) Político español, figura clave de la transición democrática española. Doctor en derecho, inició su carrera política como gobernador civil de Segovia (1968). En 1975 participó en la fundación de Unión Democrática del Pueblo Español (UDPE), grupo que posteriormente presidiría.
Tras la muerte de Franco, el rey Juan Carlos I lo nombró presidente del gobierno en sustitución de Carlos Arias Navarro, e inició un diálogo con las diferentes fuerzas políticas. En agosto de 1976 hizo efectiva una amnistía para los delitos de motivación política, perseguidos por el régimen anterior. La medida venía siendo reclamada por un amplio sector de la sociedad española. Su gobierno preparó la Ley para la Reforma Política, cuyo contenido planteaba una transición sin rupturas traumáticas con el régimen anterior.
Legalizó los partidos socialista y comunista, amén de los diferentes sindicatos existentes en la época. La legalización del PCE fue una de las pruebas más duras a las que se sometió Suárez, presionado por los poderes fácticos y algunos círculos del Ejército. Fundó Unión de Centro Democrático (UCD), partido que aglutinaba las fuerzas democristianas y socialdemócratas del país. Al frente de este grupo político ganó las elecciones de 1977.
Tras la muerte de Franco, el rey Juan Carlos I lo nombró presidente del gobierno en sustitución de Carlos Arias Navarro, e inició un diálogo con las diferentes fuerzas políticas. En agosto de 1976 hizo efectiva una amnistía para los delitos de motivación política, perseguidos por el régimen anterior. La medida venía siendo reclamada por un amplio sector de la sociedad española. Su gobierno preparó la Ley para la Reforma Política, cuyo contenido planteaba una transición sin rupturas traumáticas con el régimen anterior.
Legalizó los partidos socialista y comunista, amén de los diferentes sindicatos existentes en la época. La legalización del PCE fue una de las pruebas más duras a las que se sometió Suárez, presionado por los poderes fácticos y algunos círculos del Ejército. Fundó Unión de Centro Democrático (UCD), partido que aglutinaba las fuerzas democristianas y socialdemócratas del país. Al frente de este grupo político ganó las elecciones de 1977.
lunes, 22 de marzo de 2010
EL DÍA DE LOS ENAMORADOS
Día 14 de Febrero, todos los años en esta fecha se celebra el día de los enamorados, un día en el que todas las parejas muestran el amor mutuo que se dispensan a través de una flor, unos bombones, un peluche,...;regalos que vienen a sellar la “legalidad” de este sentimiento maravilloso y embriagador que dota de unidad a la pareja.
En fin, tengo que decir que este día se convierte en especial para muchos españoles, pero también considero que en esta fecha hay que mirar a la otra parte de la población, hay que mirar hacia todas aquellas personas que no tienen a nadie que les regale nada, pero,¿porqué?, se preguntarán ustedes. Yo les diré que en esta parte de la sociedad, la gran mayoría de la población no se ha caracterizado por tener éxito en el papel de “Don Juan”, aunque establecer este tópico para definir y compendiar tantas situaciones sociales particulares, puede llevarnos a cometer el error de generalizar y, de esta manera, solo ver parte de la realidad, ya que estos entes sociales bien han podido tener un desengaño amoroso, una relación complicada o, por el contrario, que estos no quieren saber nada del amor.
Este día para los “no enamorados” suele ser insufrible, una fecha ideada por “El Corte Inglés” para enriquecerse con la ayuda de las compras masivas que realizan los enamorados y, ya de paso, para pegarle una patada en las “partes nobles” a los “no enamorados”, a los cuales NOS parece que el mundo se ríe de nosotros, lo malo es que ninguno podemos hacer nada por convertir esta acción en recíproca.
Por otra parte, la celebración de este día me parece una estupidez, porque con su existencia parece que estamos convirtiendo al amor en un sentimiento banal. Yo opino que el amor es un sentimiento que arraiga en lo más profundo del corazón, una sensación embriagadora, inolvidable, maravillosa y única, el amor forma parte inherente de nuestro ser y le da sentido a nuestro existir, este sentimiento hace que la vida y el día a día se vean con optimismo, hace que el sol aparezca cuando tú sales a la calle;...el amor es un sentimiento universal que no se vende, porque el dinero nunca logrará comprarlo; aunque esta realidad hoy parezca que no se cumpla. Pero,¿porqué no se cumple?, yo creo que hoy todo va al revés, ya que estamos inmersos en un mundo en el que el dinero se ha convertido en la “llave” que abre todas las puertas, ya lo sabes, si tienes dinero, las chicas irán a por ti, pero si eres hijo de padre “barriobajero”, olvídate de tener compañía. Evidentemente, este tipo de relaciones “por conveniencia” surgían de forma asidua en los años de depresión económica en España, porque para muchas clases sociales bajas representaba el único camino a recorrer para lograr escapar de esta deplorable situación económica en la cual se habían establecido. Lo que no se explica es como hoy en día, cuando la situación económica y social ya se ha estabilizado y se encuentra muchísimo mejor de lo que estaba antaño, todavía la gente sigue “comercializando” con el amor como si se tratase de una “mercancía” más expuesta, como todas, al libre juego de la oferta y la demanda capitalista. Por supuesto, esto que les estoy diciendo sucede en pleno siglo XXI y, más concretamente, en el “día de los enamorados”, donde todos los hombres y mujeres “ebrios” de amor, también se convierten en unos entes “adictos” a las compras,¿ porqué?, para “comprar” a su pareja con objetos materiales. Pues que todos ellos sepan que el amor que se siente por una persona se demuestra día a día y a través de los “pequeños detalles”, porque esos detalles que a simple vista nos parecen triviales, son los que al fin y al cabo gradúan el amor mutuo que una pareja se dispensa.
Ya lo saben, a los enamorados muchas felicidades en este 14-F, pero que sepan que el amor verdadero es el que no se compra con dinero.
En fin, tengo que decir que este día se convierte en especial para muchos españoles, pero también considero que en esta fecha hay que mirar a la otra parte de la población, hay que mirar hacia todas aquellas personas que no tienen a nadie que les regale nada, pero,¿porqué?, se preguntarán ustedes. Yo les diré que en esta parte de la sociedad, la gran mayoría de la población no se ha caracterizado por tener éxito en el papel de “Don Juan”, aunque establecer este tópico para definir y compendiar tantas situaciones sociales particulares, puede llevarnos a cometer el error de generalizar y, de esta manera, solo ver parte de la realidad, ya que estos entes sociales bien han podido tener un desengaño amoroso, una relación complicada o, por el contrario, que estos no quieren saber nada del amor.
Este día para los “no enamorados” suele ser insufrible, una fecha ideada por “El Corte Inglés” para enriquecerse con la ayuda de las compras masivas que realizan los enamorados y, ya de paso, para pegarle una patada en las “partes nobles” a los “no enamorados”, a los cuales NOS parece que el mundo se ríe de nosotros, lo malo es que ninguno podemos hacer nada por convertir esta acción en recíproca.
Por otra parte, la celebración de este día me parece una estupidez, porque con su existencia parece que estamos convirtiendo al amor en un sentimiento banal. Yo opino que el amor es un sentimiento que arraiga en lo más profundo del corazón, una sensación embriagadora, inolvidable, maravillosa y única, el amor forma parte inherente de nuestro ser y le da sentido a nuestro existir, este sentimiento hace que la vida y el día a día se vean con optimismo, hace que el sol aparezca cuando tú sales a la calle;...el amor es un sentimiento universal que no se vende, porque el dinero nunca logrará comprarlo; aunque esta realidad hoy parezca que no se cumpla. Pero,¿porqué no se cumple?, yo creo que hoy todo va al revés, ya que estamos inmersos en un mundo en el que el dinero se ha convertido en la “llave” que abre todas las puertas, ya lo sabes, si tienes dinero, las chicas irán a por ti, pero si eres hijo de padre “barriobajero”, olvídate de tener compañía. Evidentemente, este tipo de relaciones “por conveniencia” surgían de forma asidua en los años de depresión económica en España, porque para muchas clases sociales bajas representaba el único camino a recorrer para lograr escapar de esta deplorable situación económica en la cual se habían establecido. Lo que no se explica es como hoy en día, cuando la situación económica y social ya se ha estabilizado y se encuentra muchísimo mejor de lo que estaba antaño, todavía la gente sigue “comercializando” con el amor como si se tratase de una “mercancía” más expuesta, como todas, al libre juego de la oferta y la demanda capitalista. Por supuesto, esto que les estoy diciendo sucede en pleno siglo XXI y, más concretamente, en el “día de los enamorados”, donde todos los hombres y mujeres “ebrios” de amor, también se convierten en unos entes “adictos” a las compras,¿ porqué?, para “comprar” a su pareja con objetos materiales. Pues que todos ellos sepan que el amor que se siente por una persona se demuestra día a día y a través de los “pequeños detalles”, porque esos detalles que a simple vista nos parecen triviales, son los que al fin y al cabo gradúan el amor mutuo que una pareja se dispensa.
Ya lo saben, a los enamorados muchas felicidades en este 14-F, pero que sepan que el amor verdadero es el que no se compra con dinero.
lunes, 15 de marzo de 2010
Fútbol S.A.
Me parece indignante que el fútbol se haya convertido en un “paraíso” para los que quieren hacer negocio con el dinero que ya poseen; el fútbol no es un espectáculo deportivo, es una vergüenza, y lo que es peor, se ha convertido en la vergüenza mejor aceptada por la sociedad española( del resto de Europa no me ocupo).
Comprenderán que me estoy refiriendo al tema tan redundante de los fichajes del señor Florentino Pérez, tanto Kaká como Cristiano Ronaldo. Los dos, al igual que Ronaldo, Ronaldinho, Zidane, Messi, han costado una ingente y excesiva cantidad de euros, tantos que esto ya parece un insulto a la propia inteligencia de la humanidad.
Para que se “asusten” un poco les voy a facilitar el coste total de los fichajes de Cristiano Ronaldo y Kaká; el portugués le costó a Florentino 94 millones de Euros( 13 millones de euros limpios que el jugador cobrará por temporada) y el brasileño unos 65 millones de euros. Viendo esto, luego dirán que hay crisis, luego los equipos y sus jugadores mostrarán su hipócrita solidaridad organizando partidos pensados para recaudar dinero con el objetivo de paliar la pobreza y múltiples enfermedades en todo el mundo o bien llevando publicidad de Unicef en sus camisetas( como es el caso del Barcelona), luego los bancos no les concederán créditos al ciudadano; esto es una vergüenza que tenemos que soportar los contribuyentes en crisis, que tenemos que soportar siempre los mismos, es denigrante ver cómo los ayuntamientos auxilian económicamente a los clubs de fútbol y luego, cuando se trata de ayudar a las economías familiares o para sufragar diversas obras públicas, dicen que no tienen dinero, que sus arcas se encuentran en una situación deprimente;…su justificación es infundada.
Florentino Pérez es presidente de ACS( lo lleva siendo desde el año 1997), fue presidente de OCISA y de otras dos empresas más, él entiende el fútbol como un negocio, como un espectáculo al que hay que traer a las mejores “estrellas”( que en su totalidad son extranjeras), pagando una millonada por ellas, así no me extraña que el fútbol haga olvidar la crisis económica,…es que, definitivamente, en el mundo del fútbol se ríen de la crisis y de todos nosotros, demostrándonos que si hay crisis, es porque otros nos están robando el dinero y malgastándolo en actividades especulativas y en contratos suculentos para futbolistas. Ante esto, hay que decirle a Florentino que la cantera también puede ser muy útil a la hora de confeccionar un equipo, porque estos al menos no cobran tanto y están deseosos de triunfar en el “club de sus amores”; además de que esta política basada en la cantera si que da unos excelentes resultados, como así ha quedado demostrado con el Barcelona de esta temporada, un equipo que ganó el triplete con Puyol, Xavi, Iniesta, Bojan, Messi( que procedía de la cantera y ahora es mediático), Piqué, Valdés y Bousquets en sus filas;…de esto deberían aprender en el Real Madrid, en vez de quedarse babeando con Cristianos y Kakás multimillonarios y sonrientes en el Bernabeu.
Ante toda esta deprimente e insultante realidad, los medios de comunicación se inhiben y buscan la “noticia futbolística” que les dé audiencia, que les dé lectores, sin pensar que estamos en crisis, que hay mucha pobreza en el mundo, que hay una ingente cantidad de parados y muchas Pymes que se muestran insolventes y que tienen que cerrar, que hay muchos bancos que no conceden créditos, que hay mucha gente que tiene que hacer malabarismos para llegar a fin de mes, que los pisos son caros y que hay suficiente capacidad adquisitiva para habitar en ellos de pleno derecho, que los productos alimenticios son caros,…; digo yo, ¿qué pensarán de Florentino, de Laporta, de Berlusconi y de todos los obesos presidentes de los clubs de fútbol, toda esa gente?, la mayoría estará babeando con los fichajes multimillonarios que realiza el “club de sus amores”, sin pensar que se encuentran en el paro, arruinados y con una casa, un coche y unos hijos que mantener, sin pensar qué manos son las que manejan nuestras vidas, sin pensar que el dinero viaja en los bolsillos de esos presidentes que se sientan en palcos VIP y de esos futbolistas que hacen “bicicletas, caños, tijeras”, que engordan, que se emborrachan, que viven en la Moraleja, que conducen cochazos, que se acompañan de rameras y travestís por las noches en las Ramblas y que solo dan un rendimiento futbolístico pleno los dos primeros años de estancia en el club que le ficha( luego se dedican a la buena vida como Ronaldo, Ronaldinho, Adriano, Vieri,…).
Sabiendo todo esto y viendo lo que ha hecho en estos últimos días Florentino, yo no puedo seguir viendo el fútbol, no puedo seguir viendo a aquellos que se ríen de nosotros y de nuestra deplorable situación económica, no puedo seguir viendo a aquellos que gozan de muchos años percibiendo dinero “libre de impuestos”, no puedo seguir viendo un espectáculo que mueve tanto billete, mientras que todos nosotros tenemos que luchar hasta caer extenuados para “saborear” un billete de quinientos euros, no puedo seguir viendo algo a lo que habría que hacer boicot, porque, al fin y al cabo, somos nosotros los que estamos sustentando el que se paguen unas cantidades astronómicas por un jugador; ya lo saben, no habría espectáculo sino hubiese “borregos” mirando, no existiría Fútbol S.A sino hubiese unos consumidores de sus edulcorados y viciosos productos.
Comprenderán que me estoy refiriendo al tema tan redundante de los fichajes del señor Florentino Pérez, tanto Kaká como Cristiano Ronaldo. Los dos, al igual que Ronaldo, Ronaldinho, Zidane, Messi, han costado una ingente y excesiva cantidad de euros, tantos que esto ya parece un insulto a la propia inteligencia de la humanidad.
Para que se “asusten” un poco les voy a facilitar el coste total de los fichajes de Cristiano Ronaldo y Kaká; el portugués le costó a Florentino 94 millones de Euros( 13 millones de euros limpios que el jugador cobrará por temporada) y el brasileño unos 65 millones de euros. Viendo esto, luego dirán que hay crisis, luego los equipos y sus jugadores mostrarán su hipócrita solidaridad organizando partidos pensados para recaudar dinero con el objetivo de paliar la pobreza y múltiples enfermedades en todo el mundo o bien llevando publicidad de Unicef en sus camisetas( como es el caso del Barcelona), luego los bancos no les concederán créditos al ciudadano; esto es una vergüenza que tenemos que soportar los contribuyentes en crisis, que tenemos que soportar siempre los mismos, es denigrante ver cómo los ayuntamientos auxilian económicamente a los clubs de fútbol y luego, cuando se trata de ayudar a las economías familiares o para sufragar diversas obras públicas, dicen que no tienen dinero, que sus arcas se encuentran en una situación deprimente;…su justificación es infundada.
Florentino Pérez es presidente de ACS( lo lleva siendo desde el año 1997), fue presidente de OCISA y de otras dos empresas más, él entiende el fútbol como un negocio, como un espectáculo al que hay que traer a las mejores “estrellas”( que en su totalidad son extranjeras), pagando una millonada por ellas, así no me extraña que el fútbol haga olvidar la crisis económica,…es que, definitivamente, en el mundo del fútbol se ríen de la crisis y de todos nosotros, demostrándonos que si hay crisis, es porque otros nos están robando el dinero y malgastándolo en actividades especulativas y en contratos suculentos para futbolistas. Ante esto, hay que decirle a Florentino que la cantera también puede ser muy útil a la hora de confeccionar un equipo, porque estos al menos no cobran tanto y están deseosos de triunfar en el “club de sus amores”; además de que esta política basada en la cantera si que da unos excelentes resultados, como así ha quedado demostrado con el Barcelona de esta temporada, un equipo que ganó el triplete con Puyol, Xavi, Iniesta, Bojan, Messi( que procedía de la cantera y ahora es mediático), Piqué, Valdés y Bousquets en sus filas;…de esto deberían aprender en el Real Madrid, en vez de quedarse babeando con Cristianos y Kakás multimillonarios y sonrientes en el Bernabeu.
Ante toda esta deprimente e insultante realidad, los medios de comunicación se inhiben y buscan la “noticia futbolística” que les dé audiencia, que les dé lectores, sin pensar que estamos en crisis, que hay mucha pobreza en el mundo, que hay una ingente cantidad de parados y muchas Pymes que se muestran insolventes y que tienen que cerrar, que hay muchos bancos que no conceden créditos, que hay mucha gente que tiene que hacer malabarismos para llegar a fin de mes, que los pisos son caros y que hay suficiente capacidad adquisitiva para habitar en ellos de pleno derecho, que los productos alimenticios son caros,…; digo yo, ¿qué pensarán de Florentino, de Laporta, de Berlusconi y de todos los obesos presidentes de los clubs de fútbol, toda esa gente?, la mayoría estará babeando con los fichajes multimillonarios que realiza el “club de sus amores”, sin pensar que se encuentran en el paro, arruinados y con una casa, un coche y unos hijos que mantener, sin pensar qué manos son las que manejan nuestras vidas, sin pensar que el dinero viaja en los bolsillos de esos presidentes que se sientan en palcos VIP y de esos futbolistas que hacen “bicicletas, caños, tijeras”, que engordan, que se emborrachan, que viven en la Moraleja, que conducen cochazos, que se acompañan de rameras y travestís por las noches en las Ramblas y que solo dan un rendimiento futbolístico pleno los dos primeros años de estancia en el club que le ficha( luego se dedican a la buena vida como Ronaldo, Ronaldinho, Adriano, Vieri,…).
Sabiendo todo esto y viendo lo que ha hecho en estos últimos días Florentino, yo no puedo seguir viendo el fútbol, no puedo seguir viendo a aquellos que se ríen de nosotros y de nuestra deplorable situación económica, no puedo seguir viendo a aquellos que gozan de muchos años percibiendo dinero “libre de impuestos”, no puedo seguir viendo un espectáculo que mueve tanto billete, mientras que todos nosotros tenemos que luchar hasta caer extenuados para “saborear” un billete de quinientos euros, no puedo seguir viendo algo a lo que habría que hacer boicot, porque, al fin y al cabo, somos nosotros los que estamos sustentando el que se paguen unas cantidades astronómicas por un jugador; ya lo saben, no habría espectáculo sino hubiese “borregos” mirando, no existiría Fútbol S.A sino hubiese unos consumidores de sus edulcorados y viciosos productos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)